13.6.11

Never Let Me Go


Leer o ver, ¿qué ha de hacerse en primer lugar? Hay gente que argumenta que siempre es mejor ver las adaptaciones primero, poder disfrutar de ellas «vírgenes» y sin prejucio alguno y así poder después comparar con su original. Otras personas dicen que siempre ha de leerse el libro primero puesto que, de hacer lo contrario, muchos de ellos se ven destripados hasta límites insospechados y pierden todo el encanto que pudieran tener. Si tomamos esta segunda opción como referencia, podemos asegurar que pocas adaptaciones llegan a gustar tanto como sus hermanos papeleros y, supongo, que es algo inevitable. Uno lee un libro y lo piensa, lo imagina y lo vive de una manera determinada, muy particular y personal. Después, llega al cine y se encuentra con otra visión diferente a la suya, no forzosamente peor, y no se encuentra del todo a gusto con alguna de las tomas decisiones sobre el guión, la elección de actores o el desarrollo de los personajes que estos encarnan.

En este caso, opté por esta segunda vía, pese a las advertencias y consejos que algún que otro allegado me dio sobre leerme la obra de Kazuo Ishiguro antes de pasar revista a su adaptación. Desgraciadamente, en mi círculo familiar se produjo una filtración de datos sobre la película, algo de lo que yo no tenía ni idea (y que resultó ser la clave de la historia), y esto desvirtuó un poco el asunto aunque, curiosamente, incrementó mis ganas de conocer la historia de Kathy, Ruth y Tommy. Así pues, hace unos cuantos días, decidimos echarle un ojo a este largometraje. Si uno no conoce dato alguno sobre el original y sobre de qué manera está contada la historia en el susodicho, es lógico que no se plantee las diferencias y vea la película como un ente unitario al que no le sobra ni le falta nada. Ciertamente, es difícil reseñar una historia de estas características sin aguar la fiesta a aquellas personas que todavía no conozcan su secreto.

Sin embargo, puedo decir que, pese a que quizá determinados aspectos en la película quedan inconclusos o vacíos, la vida y existencia de estos tres personajes es algo fascinante. Conmovedora, atroz, desgarradora es su historia. No es un tema novedoso ni del que no se hubiera hablado jamás antes pero sí la forma en la que está contada, la forma en que te muestran sus vidas, sus sentimientos, su incapacidad para interactuar con el mundo, su ingenuidad, su sumisión y su desconocimiento. Uno es capaz de ver sus almas a través de esos ojos trises, perdidos y atemorizados. Su destino está escrito y, aún así, se aferran a la ilusión, a la esperanza de que eso cambie y tú, sentado en el sillón, encolerizas
y te pones furioso y no alcanzas a comprender cómo el ser humano es capaz de tamaña barbarie impía sin pensar en las consecuencias de sus actos.

Ya no diré que es una película sino más bien una historia tan poderosa y descorazonadora que te deja paralizado, sin poder reaccionar ni asimilar aquello que acabas de observar; miles de preguntas asaltan tu mente pero no consigues contestar ninguna de ellas. Es una historia espeluznante pero está contada desde la ternura y la inocencia y que, sin dudarlo ni un momento, es merecedora de un ♥♥♥♥, sin que ello le haga justicia. Ahora únicamente quiero poder leer el libro y poder entender y compartir sus vidas, sus motivaciones y sus experiencias de un modo íntegro y entonces y sólo entonces podré saber si hice mal al optar por la segunda vía o si, por el contrario, esta me ayudó a querer empaparme de la literatura de este gran novelista.

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