1.8.11

Skins


Hará ya un año que pedí prestada la primera tempo de Skins para iniciarme y adentrarme en aquel mundo loco, loco de aquella mítica panda de Bristolians. Si bien la temporada número uno dejóme un muy buen sabor de boca, la segunda costóme Dios y ayuda poder acabarla y lo hice, más que nada, por ver cómo terminaba la cosa (y gracias a ello tener el gusto de conocer a MGMT) y por poder opinar con conocimiento entero de causa sobre el tema pero no porque vislumbrar todas aquellas paranoias pubescentes me supusiera ningún tipo de satisfacción deleitosa...

Después de esta agridulce experiencia, no fue de extrañar que dejase la serie un poquito de lado hasta que hace poco decidiera a darle otra oportunidad. Además, buena gente me había dado buenas críticas y, sobre todo, estaba el hecho de que era una nueva generación y todo partía de cero. Nuevos y no tan nuevos protas, nuevas historias, nuevas delirios, nuevos amores, nuevos engaños, etcétera. Y si bien no fui nunca demasiado fan de los personajes de la primera generación (pese a que Tony, Sid, Chris, Max y Jal me gustaban asaz), he de confesar que esta segunda me ha calado hondo en mi corazoncito.

Supongo que una de las razones de más peso ha sido que, a pesar de que se les fuese la pinza y fuese bastante exagerado todo, me las he podido creer mínimamente, sus vidas, aunque sigo pensando que todo adolescente al que le hayan ocurrido sucesos como los que acontecen en esta serie, ha tenido y/o sigue teniendo graves problemas. Yo no me siento muy identificada, por lo general, con las juventudes que las series de este tipo suelen retratar. Soy conscientes de que son casos extremos y, en ocasiones, bastante excepcionales pero, ¿qué tiene de divertido contar la vida de alguien al que, después de una noche de parranda, no le destrozan la casa y no acaba siendo echado a patadas de ella en bolingas asociadas?

Supongo ques lo que hay, que es lo que vende: drogas, sexo y rock & roll. Sin embargo, pese a todas estas hipérbolas y salidas de tiesto, me han gustado mucho las dos temporadas de esta segundo grupete de inglesitos. Creo que tiene unos grandes personajes y que sus historias, a pesar de todo, reflejan (o al menos lo intentan) esa frustración y esa rabia; ese desconcierto y ese desconocimiento; esas pasiones desatadas y esos amores locos de remate; esa rebelión y esa sublevación; todas esas cosas que todos, alguna vez u otra vez, hemos sentido en nuestras entrañas.

Además, no ha habido ningún personaje coral al que haya detestado tanto que haya tenido que plantearme seriamente dejar de ver la serie, lo cual considero importante, como poco. ¿Mis prefes? Podría decir que todos ellos tiene un algo especial, incluso Effy psicópata o Freddie emo o Cook encolerizado o Panda colocada pero Thomas, JJ, Emily & Katie y Naomi, sin duda, son los más mejores de todos. Puede que a muchos ya les pillen un poco tarde estas cosas de jóvenes y jóvenas pero, bueno, siempre dicen eso de que «cualquier tiempo pasado fue mejor» y nunca viene mal tener regresiones de este tipo, que te dejan un poco nostálgico y triste pero le dan un poco de perspectiva a la vida y existencia de uno, ¿no?

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