6.1.12

The Iron Lady


He de reconocer que yo soy del equipo Cam. Sé que hay mucha filia y mucha fobia hacia ella pero yo pienso que su trabajo se merece todas las loas que se le han hecho. Esto no quiere decir que sea una de mis actrices favoritas (porque no lo es) o que piense que donde esté ella que se quite el resto (porque no lo pienso). Sin embargo, siempre he creído que ser versátil en la farándula del cine es algo meritorio y mucho más que ella no se puede ser, la verdad. Por otro lado, siempre he admirado mucho a los actores que aceptan papeles en los que deben hacer algo más además de actuar (aprender a montar a caballo o tirar con arco y esas cosas), en este caso, poner acento British siendo estadounidense (justo al contrario que hace Kate Winslet en Mildred Pierce con su acento amerricano). Quizá sea una tontería como una casa pero a mí me fascina (el tema de los acentos también) cómo son capaces de adoptar un acento que no es el suyo y, con todo, actuar e interpretar papeles sesudos y con fundamento. Supongo que de eso se trata, ¿no? Pero aún así no creo que todo el mundo sea capaz de hacerlo y es algo que me parece que da un toque muy logrado a las películas y, como consecuencia, permite a los actores acceder a papeles que de otro modo jamás podrían aceptar. Además, soy un tanto extremista con el tema de las películas históricas protagonizadas por actores que no tienen la nacionalidad de los personajes históricos que representan y que, como es lógico, tampoco hablan la lengua que estos hablaban. Puedo tolerarlo pero siempre me parecerá un poco chusco ver, qué sé yo, a Maria Antonieta o a Dalí hablando inglés.

Después de este breve circunloquio, volvamos con Margaret Thatcher. Desde luego, ciertas similitudes podemos encontrar entre las dos mujeres (en cuanto al amor y el odio que suscitan), salvando las gigantescas diferencias y teniendo en cuenta que nada tienen que ver una con la otra. El primer acercamiento que tuve hacia esta figura histórica fue gracias a This Is England, con la guerra de las Malvinas como telón de fondo. No se puede negar que fue una mujer implacable y que esto tuvo tanto magníficas como desastrosas consecuencias para la Gran Bretaña en aquellos tiempos pero la realidad, dejando a un lado las discrepancias políticas, es que gobernó durante 11 años y que fue su propio partido el que consideró que había llegado la hora de un cambio: jamás perdió unas elecciones democraticamente. Yo no viví aquellos locos años pero mi madre cuenta que fueron bastante moviditos y no por nada fue apodada «la dama de hierro». La película deja ver cómo el hecho de ser mujer pudo hacer que sintiera la necesidad de demostrar más que el resto de sus colegas, ser más fuerte que ellos. No debió de ser fácil liderar un mundo gobernado por hombres pero lo hizo y se convirtió en una de las mujeres más influyentes del pasado siglo (por no decir de la historia) y su legado continúa muy presente aún en nuestros días.

En cuanto a la caracterización, es algo bastante sorprendente: son clavadas. No obstante, ninguna de las cosas hasta ahora mencionadas considero sea lo que hace de esta película una maravilla cinematográfica. ¿Cómo es posible fingir ser viejito? Meryl Streep no es ninguna mozalbeta pero desde luego tampoco es un vejestorio y sin embargo...Todos y cada uno de los movimiento que hace son los de una persona anciana y ser capaz de encarnar de ese modo a una persona con principio de demencia senil es realmente fascinante a la par que conmovedor y entristecedor. Eso sí, yo siempre he pensado que lo que delata la edad de una persona son sus ojos y tras el maquillaje y tras las horas de trabajo estaban los ojos de una mujer de 62 años y eso, por suerte o por desgracia, no se puede disfrazar de ninguna de las manera. La mirada de un anciano tiene ese aspecto vidrioso y cansado tan característico que nada puede equipararlo pero, si obviamos ese pequeño detalle, lo que se ve en la pantalla parece tan real que podríamos hasta creer que lo es.

Si bien es cierto que no estoy de acuerdo con las críticas que dicen que la película es floja, considero que este último aspecto es por el merece más la pena ver la película porque, aunque Meryl no os agrade demasiado, es ciertamente una pasada verla actuar. Además, la película tiene puntos graciosos y, en general, es entrañable. Eso sí, no sé cuán fiel es a la realidad (teniendo en cuenta que muestra parte de su vida únicamente) pero, como película, se merece al menos un ♥.

Ps. Bueno, como era de esperar, aquí la amiga se llevó el globito dorado pero, ¿sabéis quién se lo llevo también? ¡Idris Elba, oseasé, Luther! Estoy que no quepo en mí de gozo. Yay!

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