5.5.12

Ed Sheeran


Creo que es cosa de hermanos mayores eso de ir de sabiondos por la vida; supongo que es una mala manera de desquitarse con alguien al que puedes «mangonear» sin que haya demasiadas represalias. Aquí y ahora quiero pedir disculpas porque a lo largo de los años me he ido dando cuenta del tonito ese que se nos pone cada vez que los hermanos pequeños hacen cualquier cosa (¡aunque no sean malas!) y sí pienso que es algo inherente al instinto protector pero quizá sobreactuemos demasiado y no sea necesario echar tanta bronca y pegar tanto grito, ¿no? Si bien es cierto que vosotros habéis de saber que todo lo que hacemos es por vuestro bien (aunque suene típico es así) y que somos, a pesar de nuestra fachada de mayorzotes y machotes, una panda de preocupones de mucho cuidado que lo único que buscamos es que estéis bien (sanos y a salvo). También es una sensación, creo, general el querer servir de «modelo» a esas criaturitas que son los hermanos pequeños y querer ser un buen ejemplo de casi todo normalmente porque sabemos que, aunque no queráis reconocerlo, nos tenéis como referentes. No en todo, como es obvio, pero sí en muchos aspectos de la vida cotidiana y sabed aquí y ahora que eso nos hace estar muy orgullosotes y querer ser mejores, fraternalmente hablando. No lo sabemos todo (aunque nos las vayamos dando muy a menudo de eso) y, en muchas ocasiones, sois vosotros los que nos ponéis delante de los ojos cosas que nosotros no habíamos descubierto. Somos educadores encubiertos a la sombra de nuestros progenitores que aprendemos en silencio y os vemos crecer, cambiar y haceros grandes y aunque dé nostalgia acordarse de cuando erais enanos y llevabais chupete e ibais en el carro (y nosotros a pata, ¡morrudos!) es lo que hay y debemos aprender a trataros como corresponde y, sobre todo, como mereceis.

Después de esta disertación filosófica sobre las relaciones hermaniles, quiero dedicar esta entradita a mi hermanita (¡hola, Ñoquito!), a la que quiero con locura, porque fue ella la que me descubrió al chavalín pelirrojo (sí, es zanahorio aunque en la foto no se pueda apreciar) que anda con la cabeza ladeada aquí encima. Si no recuerdo mal fue una amiga de mi sis la que le descubrió a Ed así que... ¡gracias a ti también, amiga anónima! En cualquier caso, hay unas cuantas anécdotas que contar sobre el memorable día en el que Ed Sheeran pasó a formar parte de mi vida musical. Me parece que fue en el Tuenti este donde vi el vídeo de 'The A Team' (el que está subtitulado en español que es, por cierto, el que andan poniendo en KissTV). En primer lugar, he de decir que fue amor a primera escucha o a primer acorde, como se prefiera; en segundo lugar, casi me caigo de la silla al creer que la chavalita que protagoniza el vídeo era Kaya Scodelario (Effy para los entendidos) aunque resultó no serlo; en tercer lugar, me pareció que las letras estaban muy bien acopladas al vídeo (la traducción es otro asunto). Como suele ocurrir, después de escuchar una canción que te ha entusiasmado buscas otras canciones del mismo grupo/cantante para ver si ha sido cuestión de suerte o si es que es cierto que te has enamorado.

En aquel momento aún no le había visto la cara a Ed porque en el vídeo sólo sale la sosia de Kaya, ¿vale? Total que me voy a YouTube y pongo Ed Sheeran y me sale el vídeo de 'Lego House'. Pincho y cuál fue mi cara al ver que el del vídeo era Ron Weasley no lo sé porque no me la vi pero puedo decir que ojiplática y boquiabierta me quedé seguro. He de confesar que yo suelo referirme a los actores por los nombres de sus personajes más célebres o las películas en las que salen con lo que, por lo que a mí respectaba, Ron podía llamarse Ed Sheeran y no Rupert Grint perfectamente. De hecho, a punto estuve de ponerle un comentario a mi hermana diciendo algo así como que Ron Weasley se había hecho cantante y que qué tipo de broma era aquello. Luego vi que al final del vídeo salía un chiquillo pelirrojo que se parecía mucho a Ron y pensé que quizá había hecho presuposiciones precipitadas (y estaba en lo cierto). Como último dato curioso podemos mencionar que mi amiga San se llevó de regalo de Navicumpleaños este disco tan hermoso (gracias a lo cual se ha convertido en otra fanática del narajito de Halifax), cuya edición lujosa tengo hoy en mi poder gracias a la mejor regaladora de regalos del universo entero y verdadero (tú sabes quién eres). El disco en cuestión se llama + y aunque la primera vez que lo escuché, he decir públicamente, lo quité porque me pareció otro discopop más del montón, una segunda escucha (y una tercera y una cuarta y una quinta) me permitieron descubrir lo equivocada que estaba. Es cierto que hay bastante diferencias entre las canciones acústicas o semi y las canciones más marchosillas (en las que el tipo es capaz de cantar a una velocidad del demoño) pero, aunque unas te gusten más que otras, son todas bastante buenas (aunque yo me quedo con las acústicas, claro). Yo soy una persona para la que la voz es algo casi, casi imprescindible en esto de la música. Bien, sé que hay cantantes de muchos grupos de los que escucho que en directo dan un poco de penita pero... El caso es que Ed tiene una voz preciosa que hace juego con la moninez de sus canciones. Muchos podréis pensar que un disquete de 16 canciones puede hacerse muy pesado pero lejos de la realidad se queda esta suposición en lo que a + respecta.

Podría ir canción a canción alabando todas y cada una de ellas pero ya que eso me llevaría un tiempo del que no dispongo a pesar de que las ganas me sobren lo que voy a hacer es poner aquí y ahora una relación de mis preferidas (con un criterio totalmente subjetivo y personal, téngase en cuenta), lo cual no implica que no me guste el disco entero porque me encanta y mucho. Bueno, en primer lugar tenemos 'The A Team', que abre el disco y es una maravilla en sí misma (y a la que tengo cariño especial por ser la primera que escuché de él y porque soy capaz de tocarla mal y soltar gallitos al cantarla). Otra canción que me enamora es 'Wake Me Up' que me parece preciosísima y tiene una letra muy tierna (y me hace mucha gracia lo del BlueRay, por cierto) y luego tenemos el 'Small Bump', con la que no puedo evitar llorar cada vez que la escucho. 'Lego House' tiene un hueco muy especial en mi corazón asimismo, por ser la segunda que descubrí, por tener Lego en el título y por toda esa serie de inferencias sentimentaloides que me trae a la cabeza. El 'You Need Me, I Don't Need You' es el más claro ejemplo de canción movidita del disco y además de ser marchosa es una crítica un tanto voraz a la industria y eso nunca viene mal. Nos acercamos a mi momento preferido del disco cuando, tras acabar el impresionante 'Give Me Love' suena la versión del 'The Parting Glass'. Sepan ustedes que hay un tipo de música que siempre, siempre consigue tocarme la patata y hacer que se me salen las mejillas y esta es la música celta. ¿Por qué? No estoy segura; supongo que mis raíces gallegas, mi experiencia irlandesa y el amor loco de mi madre por Escocia tienen algo que ver. Sea como fuere, de corazón pienso que merece la pena escuchar esta canción escondida porque pone los pelos de punta, palabrita. Por último pero no por ello menos importante podemos hablar de 'Autumn Leaves'. Después de haber escuchado el disco muchas, muchas veces, en uno de esos momentos en los que prestas más atención a lo que oyes (saliendo de Zarauz, por cierto), me encontré escuchando los acordes de estas hojas de otoño y pensando que había descubierto otra de mis prefes (la cual también puedo intentar tocar mal y cantar seguramente peor).

Volvemos a lo mismo, sí: para gustos los colores. No se puede forzar a nadie a que le guste algo que ni le va ni le viene o que le deje de gustar algo que a ti te horripila (y no deberíamos tampoco, ¿eh?) pero bueno, yo en mis trece invito a todos los terrícolas que por aquí se pasen y paseen (y que hayan tenido las narices de seguir leyendo hasta aquí abajito) que le echen una o dos orejas al trabajo de Ed. Depende de qué te guste y de qué no, te desagradará más o menos pero creo que es un disco fácil de escuchar, amable y que, como poco, supone una muy buena música de fondo para una velada romántica, una reunión informal de amigos y cualquier otra situación absurda que se os pueda ocurrir. Hasta la próxima, pequeños padawanes musicales y que los auriculares os acompañen.

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